Tomota Dobara (35 años), un oficinista amante de las novelas ligeras, se encuentra con Mio Hayama, su compañera de instituto, por primera vez en 17 años. Ella le cuenta que ha perdido a su hijo en un accidente de coche, pero le pide a Dobara que piense en una forma de encontrarse con él, porque, según sus palabras, “mi hijo parece haberse reencarnado en otro mundo”.